Los deberes hechos
 
   
 

Aingeru Epaltza
Diario Noticias 15 mayo 2007


En las elecciones al Parlamento Vasco de mayo de 2001, todas las encuestas que publicaron los medios de comunicación estatales daban más escaños a los entonces aliados PP y PSE que a la coalición PNV-EA. Sin embargo, el resultado fue exactamente el contrario. ¿Qué ocurrió? Pues que la monumental campaña en favor de la reconquista electoral de las tres provincias vascongadas para España -en la que, por cierto, participó activamente nuestro presidente Miguel Sanz- produjo finalmente el efecto contrario en el electorado de la CAV. Miles de abstencionistas acabaron acudiendo a las urnas, aterrados ante la idea de tener a Mayor Oreja como lehendakari y a Nicolás Redondo (hijo) a los coros. Fueron éstos tan torpes y estaban tan crecidos que, a lo largo de la campaña, en vez de dedicarse a sosegar a sectores sociales intranquilos, presentaron su inminente victoria como la antesala a una degollina en la que ni el apuntador iba a acabar con la cabeza en su sitio. Por cierto, el abrazo con el PP trajo a los socialistas vascos su peor resultado desde los tiempos de Indalecio Prieto.


 


Para el 27 de este mes las encuestas confirman en Navarra los aires de cambio que ya se respiran en la calle. Los nervios comienzan a apoderarse de UPN que ve volatilizarse sus mayorías en Gobierno y Ayuntamiento. Sus esfuerzos se centran ahora en lograr la máxima movilización electoral de su gente, vaticinando algo parecido a un holocausto caníbal si los vascos llegamos a tocar poder en esta comunidad. No es tiempo, pues, de emborracharse con las predicciones ni de cantarse a uno mismo el "Perón, qué grande sos", sino de provocar un movimiento de dimensiones como mínimo idénticas al que pretenden Sanz y Barcina. Ya sabemos que UPN cuenta todavía con el plan B, con los tamayos del PSN y todo eso, pero conviene llegar al día 28 con los deberes bien hechos y conseguir que el 27 voten para el cambio hasta los ciervos de la Taconera.